lunes, 17 de agosto de 2009

COMO ESTIMULAR LOS SENTIDOS EN LOS PRIMEROS MESES DE VIDA








Generalmente los padres son las personas que más conocen y entienden a sus hijos y por eso saben mejor que nadie cuando sus hijos están sufriendo o presentan dificultades para organizarse.
En la vida diaria los padres fomentan naturalmente el desarrollo de los pequeños, la información que recibimos del mundo viene a través de nuestros sistemas sensoriales.

Muchos de los procesos sensoriales tienen lugar en el sistema nervioso, frecuentemente no estamos enterados de ellos. Los sentidos con los que estamos más familiarizados son el gusto, olfato, vista y oído, pero también siente el tacto, el movimiento, la fuerza de gravedad y la posición corporal. La interacción entre varios sentidos es compleja, y una persona necesita poder interpretar correctamente una situación y dar una respuesta apropiada. Es esta organización de los sentidos a la que llamamos Integración Sensorial.
Las células de la piel envían información acerca del tacto suave, dolor, temperatura y presión. El sistema vestibular está conformado por estructuras en el oído interno que detectan el movimiento y cambios en la posición de la cabeza. El sistema propioceptivo tiene sus componentes en los músculos, articulaciones y tendones que suministran conocimiento de la posición del cuerpo.
¿Cómo se organizan nuestros sentidos? Los sistemas táctil, vestibular y propioceptivo comienzan a funcionar muy temprano, aún antes de nacer. Estos sentidos básicos están estrechamente conectados entre sí, y forman interconexiones con otros sistemas del cerebro a medida que el individuo crece y se desarrolla. La interacción entre varios sentidos es compleja y una persona la necesita para poder interpretar correctamente una situación y dar una respuesta apropiada. Es esta organización de los sentidos la que se denomina Integración Sensorial.
¿Qué observaciones de Integración Sensorial debemos tener en cuenta en un bebé de 0 a 12 meses, para saber que se está desarrollando adecuadamente y que en los próximos años logrará aprender sin dificultades y a relacionarse con los demás en forma adecuada?
* ¿El bebé se acomoda cuando es cargado o se incomoda?
* ¿Al mover al niño en el espacio se ríe o se irrita?
* ¿El bebé busca interactuar con otros?
* ¿Cuál es la actitud cuando el bebé se mete los juguetes a la boca?
* ¿El bebé usa las yemas de los dedos cuando manipula los juguetes?
* ¿Usa ambas manos al mismo tiempo al jugar con sus juguetes?
* ¿Es un bebé fácil al alimentarlo?
* ¿El bebé disfruta de los diversos tipos de estímulos (música, visual, tacto, movimiento, etc.)
* ¿El bebé se mueve fácilmente de una posición otra?
* ¿Le toma tiempo dormirse?
* ¿Sus períodos de sueño son tranquilos?
* ¿Regula con facilidad el calmarse luego de un disgusto o llanto?
* ¿Explora las diferentes texturas de los juguetes?
* ¿El bebé tolera jugar en superficies diferentes?
* ¿Para los bebés de 6 meses o más: mantiene el balance - equilibrio y extiende los brazos en dirección correcta para protegerse de caer?
Analice la conducta e interacciones del niño:
Hablaremos de cómo estimular el sistema táctil del bebé: El sistema táctil juega un rol importante para determinar la conducta humana física, emocional y social. Las sensaciones de presión, vibración, movimiento, temperatura y dolor activan los receptores táctiles. En el primer año de vida podemos estimularlo así besándolo, abrazándolo, frotándole el cuerpo, hablándole cerca de la piel, soplándole ligeramente, haciéndolo jugar con su cuerpo (durante el baño), haciéndole masajes, (podemos usar lociones , cremas, aceites, etc.), brindándole juguetes de diversas texturas.
Hablaremos de cómo estimular el sistema propioceptivo- kinestésico del bebé: Estos sentidos están ampliamente relacionados y se van encontrar en los huesos, músculos y articulaciones y le van a dar información acerca de la posición y movimiento de cada una de las partes de su cuerpo. Esto sentidos van a contribuir al control de su postura y a adquirir los diferentes patrones de movimiento. Se estimula con juegos de halar, empujar (juguetes, almohadoncitos, frazaditas que estén colgadas o en el suelo).
Hablaremos de cómo estimular el sistema vestibular, que es el que ingresa mensajes sensoriales acerca del equilibrio y movimiento del cuello, ojos y cuerpo. Lo estimularemos con balanceos suaves y rítmicos sobre una pelota, al mecerlo, hamacarlo sobre una sábana (con ayuda de dos personas), cargarlo por arriba de la cabeza del adulto (en diferentes posiciones). El contacto físico es particularmente importante no sólo por la sensación que brinda, sino por la oportunidad de intensificar el vínculo padres-bebé. El ofrecerle una variedad de posiciones corporales mientras está en brazos, cuando duerme o está jugando ayuda al bebé a dominar la gravedad y el control corporal. Toda experiencia de movimiento que podamos brindarle al bebé estará aportando información vestibular.
Hablaremos de cómo estimular el gusto: este sentido va a favorecer el desarrollo de las habilidades de alimentación e irá influyendo paralelamente con el desarrollo del lenguaje, al darse la estimulación de los órganos fonoarticulatorios. Recién hacia el séptimo mes el bebé comienza a adquirir un verdadero dominio de su lenguaje e inicia la masticación. La posición que llega adoptar la lengua va a favorecer que el bebé pueda recibir alimentos semisólidos. Durante la alimentación use texturas diferentes. De al niño pequeñas porciones de comida y bebidas sobre su lengua, para evitar que se atore, de tiempo entre uno y otro bocado, para evitar la sobrecarga de la sensación gustativa. Evite sobremanera la técnica de dar una cuchara de dulce y una de salado (sopa y postre) con el fin que el niño coma, la mezcla de sabores desorganiza y altera sensorialmente el manejo de ellos y dificulta la discriminación. Las comidas que tienen mezclas de texturas resultan más difíciles de manejar y aceptar sensorialmente por lo que no son recomendables para iniciar.
Hablaremos de cómo estimular la audición: Ayude al bebé a desarrollar sentimientos de seguridad e identidad favoreciendo siempre el contacto ocular y llamándolo por su nombre. Es importante hablarle cada vez que se realice una actividad con él, sobre todo acerca de lo que se está haciendo. Al bebé le favorece escuchar música variada durante el día y vivir experiencias auditivas en diferentes ambientes al aire libre, y en espacios cerrados con sonidos de la cotidianidad como por ejemplo la licuadora.
La interacción con el bebé deberá ser placentera, natural y divertida nunca forzada. Cuando se observa al bebé fastidiado o que llora, probablemente sean signos de fatiga o por demasiados estímulos visuales, auditivos o presencia de muchas personas.


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